domingo, 17 de junio de 2007

Hooverphonic - Blue Wonder Power Milk


Todos (o casi todos) los buenos grupos y artistas tienen un par de discos que te ponen en un serio aprieto en caso de tener que elegir uno de los dos (en lo que a calidad se refiere, claro), al contrario que los Hypes u One Hit Wonders, pues lo más que poseen en su repertorio es una serie de boñigas de efímera atracción y, en ocasiones, ni eso.

Pero lo que nos interesa es lo primero, que tenemos muchos días por delante para hablar de esmegmas musicales.

En este caso, el disco a comentar es uno de esos dos que marcan sendos puntos de inflexión en la carrera de quien los compone; se trata de Blue Wonder Power Milk de Hooverphonic.

Elegante, sobrio, intenso, orquestal, hizo que la banda belga despuntara a nivel internacional, tal y como lo volvería a hacer (aunque sobre todo en el panorama alternativo) con su genial The Magnificient Three, en una línea parecida pero bastante más ecléctico.
Battersea se encarga de abrir de forma espectacular el disco, una orquesta de cuerda, sonidos que recuerdan el batir de las olas, y un ritmo que va acelerando progresivamente gracias a esa batería y efectos electrónicos preceden la aguda y deliciosa voz de la solista.

Realmente es increíble como es capaz de transportar a uno este tema. De lo mejorcito del álbum e ideal para presentarlo.

One Way Ride, más electrónica, melódica y con prácticamente susurros en lo vocal resulta, para qué negarlo, con esos sintetizadores un poco adormecedora tras la sobriedad inicial de Battersea.

De lo adromecido a lo intrigante, o al menos, sí lo resulta el primer minuto instrumental de Dictionary, cuya letra en el estribillo me recuerda vagamente al True Faith de New Order. Relajante, aunque de no ser por el estribillo, algo más intenso, podría resultar ligeramente repetitiva. Buena idea la inclusión de guitarras al final el tema.

Otra pieza fundamental en el disco es Club Montepulciano, o lo que es lo mismo, la "madre" de Jackie Kane con esos rifs de guitarra. Más pop que las anteriores (lo cual no resulta demasiado difícil, la verdad), resultará agradable para aquellos que gusten de escuchar a Dido jaja.
Electro Shock Fader es una de mis favoritas y que, al igual que Club Montepulciano, también marcaba el rumbo que adquiriría el grupo en futuros discos. Voces masculinas, algo autómatas, se solapan con una orquesta de violines que, como en Battersea, transportan al oyente.
VERDADERAMENTE BUENA

Por cierto, si tienes la oportunidad de escucharlo, Hazlo con The Magnificient Three.No te vas a arrepentir

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